A lo largo de la historia, el hombre ha utilizado tratamientos médicos un tanto extraños. Si bien ahora utilizamos vacunas para tratar enfermedades como el sarampión y las paperas, hubo un tiempo en el que las sanguijuelas eran consideradas como la mejor opción. A continuación haremos un viaje al pasado para conocer algunos de los más extravagantes tratamientos médicos de la historia. ¡A tu salud!
Elixires de Orina
Según los Institutos Nacionales de Salud de Egipto, Roma y Grecia, estos pueblos solían recurrir a la orina como principal herramienta curativa.
Es importante tener en cuenta que la orina no es necesariamente tóxica, pero aún así está plagada de microbios, especialmente una vez que sale del cuerpo.
Ah, y en caso de que te lo preguntes, es posible que beber o aplicar orina después de haber sido picado por una medusa no funcione. De hecho, la orina puede empeorar la picadura.
Bocadillos de Ensalada Congelados
Para aliviar la tristeza durante la Gran Depresión, la gente recurría a un extraño platillo dulce que consistía en meter una ensalada recién preparada en un molde de gelatina, junto con un paquete de gelatina con sabor.
La ensalada incluía una receta de “Compota Oriental”, compuesta de duraznos, jugo de durazno, gelatina de limón o naranja y un poco de arroz cocido.
También era popular la bizarra “ensalada española de gelatina”, que estaba repleta de gelatina de limón, pimientos, apio, pepinillos, repollo blanco y vinagre. ¡Yum!
Flebotomía
El filósofo Hipócrates tenía la teoría de que la salud se lograba con el equilibrio de los cuatro “humores”: sanguíneo (sangre), flemático (flema), colérico (bilis amarilla) y melancólico (bilis negra).
Por eso, si en la antigüedad se descubría que algún humor estaba “desequilibrado”, muchas veces se recurría a una extracción de sangre para hacer que el cuerpo volviera a la normalidad.
Dato interesante: el poste de barbero a rayas rojas y blancas que todavía se ve hoy en día es una reliquia de una época en la que los barberos ofrecían este tipo de servicios.
Polvo de Momia
En el siglo XII, los romanos creían que las dolencias comunes se podían curar con una mezcla de sangre, huesos y carne humana.
Este brebaje fue bastante popular durante siglos, y los boticarios a menudo guardaban abundantes reservas de “polvo de momia”, que se elaboraba a partir de momias exhumadas (bueno, robadas) de Egipto.
Otra creencia romana interesante: si bebías la sangre de un gladiador que había muerto en batalla, podría curar tu epilepsia.
Lociones Perfumadas para el Útero
Los antiguos griegos creían que el útero de una mujer tenía mente propia y podía desprenderse y vagar por el cuerpo, provocando convulsiones, asfixia e “histeria”.
Por este motivo, se teorizó que se podía volver a colocar el útero en su lugar aplicando una loción de perfume agradable entre los muslos de una mujer.
Entonces, ¿esto significa que deberíamos agradecer a los antiguos griegos por Bath & Body Works? Posiblemente. Aun así, la idea es descabellada.
Sanguijuelas
Todos sabemos que las sanguijuelas son muy desagradables, pero hubo un tiempo en que la gente las aplicaba en partes del cuerpo para deshacerse de las infecciones.
Ahora bien, esta locura tenía alguna justificación. Aparentemente, las sanguijuelas pueden adormecer el dolor y prevenir la coagulación de la sangre y las infecciones.
Hoy en día, los científicos modernos están analizando más de cerca los beneficios potenciales de los tratamientos con sanguijuelas para ayudar a tratar las venas varicosas y otros trastornos circulatorios.
Cloroformo
Parece una locura, pero según el primer Manual de diagnóstico y terapia de Merck, el cloroformo solía usarse para tratar el hipo. Sí, estamos tan confundidos como tú.
Lo que el manual no tuvo en cuenta es que el cloroformo puede provocar insuficiencia respiratoria y arritmia cardíaca mortal si no se utiliza correctamente. Por nuestra parte, preferimos un par de minutos con hipo, gracias.
Si todo lo demás falla, un buen tip para detener el hipo es imaginar una vaca verde en un campo azul, cantar una canción religiosa o mirar una lámpara y decir “piña” tres veces.
Cocaína
Si bien hay muchos remedios en esta lista que nos resultan difíciles de creer, este es sin duda el más impresionante. Da miedo pensar que en la década de 1880 la gente consumía cocaína para tratar el alcoholismo.
Popularizada por Sigmund Freud, el público recurrió a esta “droga mágica” para dejar las drogas, tratar el alcoholismo y librarse de la depresión o la fatiga.
¿El problema? Usar cocaína como remedio puede hacer que, en cambio, te vuelvas adicto a la cocaína. Obviamente, este tratamiento resultó ser un gran fracaso.
Mercurio
Aunque resulte loco, a la gente le tomó mucho tiempo darse cuenta de que el mercurio era malo para la salud. Por el contrario, durante cientos de años, el mercurio se consideró una panacea.
El mercurio era un componente vital del calomelano, considerado una medicina popular desde el siglo IX.
Durante la época victoriana, se utilizó para curar la sífilis, el cólera, la gripe e incluso el cáncer hasta que finalmente dejó de utilizarse en el siglo XX.
Bilis de Elefante
Beber bilis era una práctica normal en la antigua China. En particular, se pensaba que la bilis de elefante curaba el mal aliento.
Le bilis no se bebía sola, ya que probablemente tendría un sabor bastante asqueroso y solía mezclarse con agua.
También se creía que curaba enfermedades de la piel al mezclarse junto con una gran cantidad de bilis de otros animales. Además, mucha gente también la añadía al té verde para curar problemas oculares.
Baba de Caracol
¿Tienes verrugas en la piel? Ningún problema. Si nos basamos en las curas populares irlandesas del siglo XIX y principios del XX, los caracoles de tu patio trasero podrían ser la respuesta.
El método utilizado por entonces era bastante sencillo. Simplemente se dejaba que la baba de caracol recubriera toda la verruga. Después de eso, sin embargo, las cosas se ponían feas (al menos para el caracol).
El caracol era empalado en un espino ya que se pensaba que una vez que moría la verruga también desaparecería. Loco, ¿verdad?
Heroína
Sí, haz leído bien. Heroína, la droga increíblemente peligrosa y adictiva que probablemente destruyó o quitó la vida a miles de personas alguna vez fue considerada un remedio.
Entonces… ¿por qué heroína? ¿Para qué la usaba la gente? Al parecer, a finales del siglo XIX y principios del XX, se podía encontrar heroína en los jarabes para la tos de los niños.
Bayer, una empresa farmacéutica alemana, fue famosa por hacer esto en su momento. Los medicamentos se vendieron en distintos puntos de Europa, entre ellos España y Alemania. Increíble, pero cierto.
Ternero Crudo
Si lo primero que haz asumido es que la gente comía ternero crudo como medicina, estás equivocado. Tu suposición tiene sentido, pero si algo hemos aprendido es que estas curas rara vez lo tienen.
En la antigua Roma, la gente aparentemente usaba ternero crudo como cura para la rabia, aplicando rodajas de carne en las heridas afectadas.
Esta “cura”, por el contrario, no hacía más que infectar las heridas y empeorar la situación. Al parecer, los antiguos romanos no consideraban los vendajes normales como una opción viable.
Pelo y Huesos de Venado
Para la gente del siglo XVII, el hueso de venado molido mezclado con pelo era una combinación perfecta, especialmente cuando se trataba de curar la epilepsia.
Sin embargo, para que el remedio funcionara no se podía usar cualquier parte del venado y no se podía comerlo cuando uno quisiera. Había un método específico para esta locura.
Al parecer, se creía que había que moler el hueso de la pata de un ciervo y luego consumir el brebaje antes de la luna nueva.
Cigarrillos
El hecho de que los cigarrillos fueran vistos como una cura es gracioso, pero nunca creerás lo que se suponía que debía tratar.
Asma. Se suponía que curaría el asma, nada menos. Había un tipo especial de “cigarrillo médico” destinado a ayudar a los pulmones.
Esta práctica fue popular en el siglo XIX e incluso algunas marcas alentaron a las personas a fumar estos cigarrillos varias veces al día, agregando hojas de té a su producto para hacer el consumo más agradable.
Ojos de Oveja en Escabeche
Comer los ojos de un animal puede parecer un poco asqueroso, especialmente si nunca lo has hecho antes, pero es más común de lo que se piensa.
Sin embargo, lo que si resulta raro es la idea de comerlos para curar la resaca. En la época de Genghis Khan, los mongoles comían ojos de oveja encurtidos por este motivo.
Esta práctica no ha pasado completamente de moda. Incluso hoy en día se sabe que los mongoles beben jugo de tomate con un ojo de oveja después de una noche bebiendo.
Aceite de Serpiente
Muchos conocemos el término “aceite de serpiente” como un eufemismo para tratamientos médicos falsos que se venden por dinero rápido. ¿Pero sabías que tiempo atrás era un tratamiento real?
El aceite de serpiente se utilizaba como tratamiento para el dolor articular en la medicina tradicional china. Incluso se sigue utilizando hasta el día de hoy en algunos lugares.
En realidad, puede haber algo de ciencia detrás de este antiguo tratamiento tópico. El aceite de serpiente tiene un alto contenido de EPA, un ácido graso omega-3 con poderosas propiedades antiinflamatorias.
Arsénico
Hoy sabemos que el arsénico es un veneno mortal. Pero históricamente, el arsénico se utilizó como remedio médico, desde la antigua China hasta finales del siglo XVIII.
El arsénico se conoce como Pi-Shuang en la antigua medicina china. Se utilizó para tratar diversas dolencias durante más de 5000 años antes de ser descartado como un tratamiento viable.
A finales del siglo XVIII, los médicos redescubrieron el arsénico como un tratamiento innovador para los parásitos, la sífilis y algunos cánceres. Se consideraba un tipo de quimioterapia.
Hierba de Moras
La hierba de moras, también llamada belladona, es popularmente conocida como componente de los brebajes de las brujas. Pero también fue un remedio histórico popular para las heridas, el dolor y el insomnio.
En la antigua Grecia, la belladona se consideraba una panacea. Se utilizaba para tratar lla gota o el insomnio, e incluso muchas veces se incluía en pociones de amor.
Por otro lado, la belladona también es un veneno poderoso. Hoy en día se sabe que los emperadores Augusto y Claudio murieron envenenados por belladona por parte de sus esposas.
Éter
El éter fue un precursor de la anestesia moderna y fue popular a mediados del siglo XIX. Si bien fue una mejora con respecto a los métodos anteriores, no fue perfecto.
Este líquido anestésico desprende vapores que podían usarse para dormir al paciente durante un procedimiento. Pero también era muy inflamable y peligroso.
Incluso cuando simplemente se vierte éter de un recipiente a otro, se podría acumular suficiente estática como para provocar una explosión. Afortunadamente, el éter fue reemplazado por opciones más seguras.
Ratones Muertos
¿Vives en ell Antiguo Egipto y sufres dolor de muelas? Ojalá no, porque si es así, el tratamiento para tu dolencia será colocarte un ratón muerto en la boca.
En esa época, el ratón se molía hasta formar una pasta con otros ingredientes “terapéuticos”. Luego, esta pasta se aplicaba a una articulación o lesión para aliviar el dolor.
Los ratones muertos vieron un resurgimiento en popularidad como tratamiento médico en la Inglaterra isabelina. La gente usaba entrañas de ratón para tratar las verrugas, la tos ferina, la viruela y el sarampión
Diagnosticar con Hígado de Oveja
¿Cómo diagnosticaban las enfermedades los profesionales médicos antes de la llegada de los análisis de sangre y las radiografías? La respuesta es un tanto shockeante:, utilizaban hígados de oveja para descifrar las enfermedades de sus pacientes.
En la antigua Mesopotamia, situada en el actual Irak, los médicos sacrificaban ovejas para extraerles el hígado. Según ellos, estos órganos guardaban los secretos de las aflicciones de sus pacientes.
Se pensaba que los hígados de oveja podían predecir el futuro, tanto desde el punto de vista médico como espiritual. Todo lo que había que hacer era examinar detenidamente su estructura anatómica.
Polvo de Simpatía
No hay muchas curas históricas antiguas tan bizarras como el “Polvo de simpatía”. Este remedio del siglo XVII implicaba tratar no al paciente convaleciente, sino al arma que lo había herido en un primer lugar.
Cuando alguien sufría una herida de espada, se utilizaba una mezcla de gusanos, óxido, polvo de momia y cerebro de cerdo. Pero esta mezcla no se colocaba sobre la herida.
En cambio, se aplicaba el polvo a la espada que había causado la herida. Se pensaba que tenía la capacidad de curar heridas mediante “el poder de la empatía”.
Pan con Moho
Si sufrías un un corte en el antiguo Egipto, tu médico podría recomendarte aplicar el molde del pan viejo a la herida. ¿Suena loco? En realidad no lo es.
Claro, hoy en día no usaríamos moho de pan viejo para tratar una herida. Pero, como descubriría Louis Pasteur, el moho tiene la capacidad de bloquear las bacterias.
La penicilina es un poderoso antibiótico que se usa hoy en día. Ahora se crea sintéticamente, pero originalmente se tomó como un subproducto natural de cierto moho azul.
Diagnóstico por Orina
No hace mucho, se creía que beber orina para curar tus dolencias por lo que no es de extrañar que se pensara que se podía diagnosticar enfermedades simplemente con mirar la orina del paciente.
En la Europa medieval, si ibas a un médico para averiguar qué te pasaba, es posible que te pidieran que les dieras una muestra de orina.
Pero en lugar de examinarlo con un microscopio, simplemente lo miraban, lo olían o incluso lo saboreaban. Luego harían su diagnóstico.
Inyecciones de Cera de Parafina
Hoy en día puedes visitar a un cirujano plástico para recibir inyecciones de Botox o colágeno para suavizar las arrugas y rejuvenecer su piel. En el siglo XIX se utilizaba cera de parafina.
Las mujeres del siglo XIX podían incluso optar por una versión temprana del aumento de senos. Para este procedimiento, el médico inyectaba cera de parafina en sus pechos.
Las inyecciones de parafina perdieron popularidad cuando cada vez más mujeres comenzaron a desarrollar “parafinomas”. Eran bultos duros y dolorosos (como era de esperar) causados por la cera de vela inyectada.
Transfusiones de Leche
¿Es la leche un buen sustituto de la sangre en una transfusión de sangre? No, pero la gente no lo sabía en el siglo XIX. Por eso las transfusiones de leche eran populares.
Se creía que los componentes grasos y aceitosos de la leche se convertirían en glóbulos blancos cuando se inyectaban. Desafortunadamente, aunque no sorprende, este no fue el caso.
Sorprendentemente, no todas las transfusiones de leche resultaron en la muerte. Sin embargo, muchos de ellos lo hicieron. Según los informes, un paciente se desmayó durante el procedimiento, se recuperó y falleció 10 días después de la operación.
Trepar dentro de una Ballena Muerta
Si sufrías artritis reumatoide a finales del siglo XIX, podrías haber considerado visitar un “hotel” ballenas. ¿Qué es un hotel ballena, preguntas? Buena pregunta.
Un hotel ballena era un lugar al que podías ir si padecías artritis. Estaban ubicados cerca del océano, junto a hábitats conocidos de ballenas.
Lo que debías hacer era esperar a que apareciera una ballena muerta y luego remarías hasta el cadáver. La ballena se abriría y tú entrarías dentro del armazón de su cuerpo por un buen rato. Aterrador, pero cierto.
Dormir Junto a un Cráneo
Si tenías problemas por rchinar los dientes durante la noche y visitabas a un médico, lo más probable es que al día siguiente, te despetaras junto a una calavera en tu almohada.
Este era un antiguo remedio babilónico para las enfermedades, especialmente aquellas relacionadas con el sueño, como el rechinar de dientes y los terrores nocturnos.
Los antiguos babilonios creían que su enfermedad era el resultado de fuerzas demoníacas. ¿El tratamiento para esto? Dormir junto a un cráneo humano durante una semana.
Diente en el Ojo
Aquí hay un remedio extraño que realmente existe hasta el día de hoy. Su nombre científico es osteo-odonto-queratoprótesis. Se trata de un tratamiento para la ceguera corneal.
Este tratamiento consiste en crear una córnea artificial utilizando el propio diente del paciente. Fue inventado en 1963, pero parece sacado de la Edad Media.
La cirugía se conoce coloquialmente como cirugía de “diente en el ojo”. A pesar de que suena muy doloroso este tratamiento es conocido por restaurar la visión de personas incluso con ceguera severa.
Precursores Extraños de la Medicina Moderna
Desde sanguijuelas hasta cadáveres de ballenas muertas, los remedios médicos antiguos nos hacen estar agracedicos de vivir en la actualidad.
Nuestros ancestros antiguos soportaron estos tratamientos como parte del campo de la medicina en desarrollo. Es gracias a ellos que disponemos de muchos de nuestros tratamientos más modernos.
Así que la próxima vez que visites el hospital, tómate un momento para mirar atrás. ¡Tómate un segundo para agradecer que no te estés metiendo en el cadáver de una ballena!
